Uno de los problemas de las ciudades a los que nos enfrentamos diariamente y a lo largo de la historia y sobre todo de la nuestra, es el tema de la identidad, el cómo nos identificamos y cómo podemos definirnos y encontrar todos un común a la hora de establecer el concepto de ciudadanía.
No solo la identidad se trata aquí, sino también temas como la nacionalidad, que son puntos importantes para tratar de entender la ciudadanía.
El pertenecer a un país y participar dentro, en tareas pequeñas y grandes, nos hacen parte y adquirimos una definición, pero también si la gente deja esto de lado, entonces, como es posible hablar de ciudadanía.
El identificarnos es un tanto difícil porque, que nos identifica, más allá de las costumbres, la cultura política, la idiosincrasia, son elementos importantes, pero que al final, es más que eso, saber qué es "ser mexicano" es un poco difícil de explicar, además el salir a las calles y preguntar que significa para otros, también responde a cosas comunes, pero ¿qué hay más allá de eso?
El tema de los migrantes, también es un punto a analizar, que hacen esas personas con una ciudadanía perdida, que aunque se le debe conceder respeto por los derechos humanos, para otros países es difícil tratar de definir esto, como darles derechos si pertenecen a otros lugares y esa no es su nacionalidad.
Sí nos remontamos a la época cardenista, por mencionar una, el tema fue nacionalidad, el crear corporaciones y sindicatos ayudó a que el trabajador se identificará perteneciente a un grupo y así le era más fácil participar en las actividades el Estado y sobre todo al apoyo del presidente.
Sin embargo, a lo largo del tiempo eso se ha perdido, y ahora es difícil saber que te identifica.
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